ASANA

ASANA por BKS Iyengar


 El tercer miembro del yoga lo constituye asana o postura. Asana procura firmeza, salud y ligereza de miembros. Una postura firme y agradable produce equilibrio mental y evita la inconstancia de la mente. Las asanas no son simples ejercicios gimnásticos; son posturas. Para realizarlas se necesita un espacio limpio y aireado, una manta, y decisión; mientras que otros sistemas de entrenamiento físico necesitan amplios campos de juego y un equipo costoso. Las asanas pueden hacerse sin nada, ya que los mismos miembros del cuerpo proporcionan los pesos y contrapesos necesarios. Mediante su práctica desarrollamos agilidad, equilibrio, resistencia y una gran vitalidad.


Las asanas se han ido desarrollando durante siglos la objeto de ejercitar cada músculo, cada nervio y cada glándula del cuerpo. Aseguran un físico bueno, es decir, fuerte y elástico, no envarado por un exceso de músculo, al tiempo que mantiene el cuerpo libre de enfermedades. Reducen el cansancio y calman los nervios. Mas su importancia real radica en la manera en que entrenan y disciplinan la mente.


"Las asanas hacen un firme, libre de enfermedades y ligero de extremidades".
HYP 1:17


El yogui conquista el cuerpo mediante la práctica de las asanas, y hace de él un vehículo adecuado para el espíritu. Sabe que el espíritu necesita del cuerpo como vehículo. Un alma sin un cuerpo es como un pájaro privado de su facultad de volar.


Mediante la realización de asanas el sadhaka (practicante) gana en primer lugar salud, la cual no es mera existencia. La salud consiste en el olvido de la consciencia física y mental. El yogui se libera de incapacidades físicas y distracciones mentales mediante la práctica de las asanas. Entrega sus acciones y el fruto de incluso al Señor, en servicio del mundo.


El yogui comprende que su vida y todas sus actividades forman parte de la acción divina en la naturaleza, manifestándose y operando en forma humana. En el latido del pulso y en el ritmo de la respiración reconoce el flujo de las estaciones y el palpitar de la vida universal. Su cuerpo es el templo que alberga la Llama Divina. Opina que descuidar o negar las necesidades del cuerpo, considerándolas algo ajeno a lo divino, es también descuidar y negar la vida universal de la cual es parte integrante. Las necesidades del cuerpo son necesidades del espíritu divino que vive a través de ese cuerpo. El yogui no alza los ojos al cielo para hallar a Dios, pues sabe que Él vive en su interior y se llama antaratma (el Sí-mismo Interior). Siente el reino de Dios dentro y fuera de él, y que el cielo reside en él.


Los nombres de las asanas poseen un significado e ilustran el principio evolutivo.
Algunas tienen nombres derivados de la vegetación, como el árbol (vrksa) y el loto (padma); otras de insectos como la langosta (salabha) y el escorpión (vrschika); otras de animales acuáticos o anfibios como el pez (matsya), la tortuga (karma), la rana (beca o manduka) o el cocodrilo (nakra). Las hay que llevan nombres de ave como el gallo (kukkuta), la garza (baka), el pavo real (mayura) y el cisne (hamsa). Y también que toman el nombre de cuadrúpedos como el perro (svana), el caballo (vatayana), el camello (ustra) y el león (simha). No se han dejado en olvido los nombres de criaturas que se arrastran como la serpiente (bhujanga) ni se pasa por alto el estado embrionario humano (garbha pinda). Hay asanas que reciben su nombre de héroes legendarios, cuentos como Virabhadra y Hanumán, hijo del Viento; y sabios como Bharadvaja, Kapila, Vasistha y Visvamitra son recordados por haber dado nombre a asanas. Algunas llevan nombres de dioses del panteón hindú, y otras evocan las avataras o encarnaciones del Poder Divino. 
Durante la práctica de las asanas, el cuerpo del yogui adopta diversas formas que asemejan una gran variedad de criaturas. Su mente se halla educada para no despreciar criatura alguna, pues sabe que en toda la gama de la creación, desde el insecto más insignificante hasta el sabio más perfecto, late el mismo Espíritu Universal que adopta innumerables formas. Sabe también que la forma mas elevada de todas es la de Aquél que no tiene forma. Halla la unidad en la universalidad.


“El objetivo del yoga es claro; hacer que la mente sea sátvica y darse cuenta de la verdadera naturaleza del Ser ".   Srivatsa Ramaswami