Las Sendas del yoga

Existen distintos caminos para llegar al objetivo del Yoga, la unión con Brahman. 
Se les conoce como los cuatro tipos principales de yoga:

Karma Yoga. El sendero de la acción
Bhakti Yoga. El sendero de la devoción
Gñana o Jnana Yoga. El sendero del conocimiento o de la sabiduría
Raja Yoga. El sendero del control físico y mental

Se considera que cada uno de estos senderos se ajusta a diferentes temperamentos humanos y maneras de encarar la vida, aunque en el fondo todos ellos son aspectos de una misma cosa, ya que comparten un mismo destino y están estrechamente relacionados. Así, para alcanzar el estado de Yoga, el aspirante debe integrar aspectos de los diferentes senderos.

 Karma Yoga. El camino de la acción
Aquí la palabra “Karma” designa un tipo de acción específica, aquella que surge de una actitud interna hacia la acción desinteresada. Se refiere a una actitud vital guiada por un espíritu de servicio a los demás, y el despego a los frutos, al resultado de las acciones que llevamos a cabo. El Karma Yoga purifica el corazón, ya que nos enseña a actuar por amor, sin buscar logros ni recompensas. Es una orientación adecuada para personas activas, expresivas y de naturaleza extrovertida.
El objetivo del Karma Yoga es conseguir la liberación del espíritu a través de la acción, superando cualquier motivación egoísta, sin que la acción esté influenciada por la personalidad o el ego. No puede haber Karma Yoga si es la personalidad la que está detrás de nuestras acciones.
Por ello, seguir el yoga de acción desinteresada implica realizar cualquier actividad, por sencilla que sea, con una actitud consciente, de entrega, de despego respecto a los resultados de esa acción. El Karma yogui actúa por amor, de forma solidaria y generosa, ofreciendo su acción y los resultados de ésta a la Divinidad, al Yo Soy, sin esperar nada a cambio.
Algunos autores consideran el Karma Yoga como un tipo de meditación dinámica en la que el aspirante se implica totalmente en la acción y la realiza con total conciencia, pero a la vez, interiormente permanece desapegado de sus resultados. Para conseguirlo puede ser útil mantener la mente centrada con la repetición de un mantra mientras se realiza cualquier actividad. Así, el Karma yogui se convierte en un instrumento para que la acción pueda realizarse pero no es el protagonista de ésta. Hasta el punto que, con la práctica, la acción generosa, libre de ego, que no produce ningún karma negativo se convierte en una actitud natural, espontánea, permanente.
Esta actitud de servicio y desapego es muy importante ya que como aparece en el Bhagavad Gita “nadie está libre de la acción ni siquiera un momento”, pues nuestra mente y nuestro cuerpo fluctúan constantemente.
“El que ha visto que la ‘no-acción’ está en la acción y ‘la acción’ en la no-acción, es realmente sabio. Aún cuando esté ocupado en la acción, permanece en la tranquilidad del Atman (Ser)”. Bhagavad Gita

 Bhakti Yoga. El Yoga del amor y la devoción
“Bhakti” traducido normalmente como devoción o amor representa el camino de la devoción y suele atraer a personas con mayor tendencia emocional.
El practicante de Bhakti Yoga es un devoto, un amante y el objeto de su amor es lo Divino, el Ser Supremo. Considera que existe un Ser Supremo, una conciencia superior que le trasciende y se siente inclinado a desarrollar una relación directa, intensa e incluso a disolverse completamente con lo divino.
Esta entrega purifica las emociones del ser humano y las canaliza hacia lo Divino. Esta entrega también puede orientarse hacia el guru, el maestro, la humanidad, la naturaleza, el Absoluto u otro objeto de Devoción, y a través de ella el Bhakti yogui llega a comprender y a experimentar la Unidad: “Todos somos uno”. La actitud devocional hace que la relación con todo lo que existe se transforme en un acto de amor y se vean todos los seres como una manifestación de la energía divina. El hecho de que Bhakti yogui esté motivado principalmente por la fuerza del amor, y vea a la Divinidad como la encarnación del amor puede degenerar en ocasiones en un sentimentalismo o una actitud soñadora si no se equilibra con una práctica de introspección sincera. Este es un riesgo que aparece en todas las religiones cuando la actitud devocional está desconectada del amor puro o se basa en prácticas realizadas mecánicamente.
Hay diferentes grados de devoción, como también distintos métodos a través de los cuales el Bhakti yogui canaliza sus emociones en un amor y una devoción incondicionales.
Kirtanam: Consiste en cantar el nombre de la Divinidad. Normalmente melodías simples que se pueden acompañar con instrumentos musicales. El canto se convierte así en una forma de meditación que recuerda lo divino.
Smaranam: Recordar continuamente a la Divinidad en todas sus formas. A menudo en su encarnación o imagen humana. (Por ejemplo, Sri Krishna.)
Padashevanam: Servicio al maestro vivo. En este caso el desapego también puede manifestarse inclinándose a los pies del gurú. O bien veneración a los pies de la Divinidad, como parte de la ceremonia de adoración. Los pies se consideran tradicionalmente como el punto extremo del poder espiritual y de la gracia.
Archanan: Adoración ritual y ofrendas.
Bandanan: Adoración mental a todas las cosas como manifestaciones de la Divinidad.
Atma nivedanam: actitud de total rendición a la voluntad divina.
Sakhyam: Sentimiento de amistad por lo divino, que es una forma mística más íntima de asociación con Dios.
Otro de los riesgos del Bhakti es que el aspirante olvide completamente su capacidad racional, ya que esto podría llevarle hacia el dogmatismo o el fanatismo.
El espíritu Bhakti verdadero es aquel que surge como un proceso espontáneo e independiente dentro del individuo y genera una experiencia personal elevada.

 Gñana Yoga. El yoga del conocimiento
En la India, el Gñana Yoga se asocia a la filosofía vedanta que se basa en tres elementos principales: el estudio de las escrituras, la discriminación entre lo real y lo irreal por medio de la razón y la experiencia intuitiva. Menciona siete etapas o niveles de sabiduría que conducen a la liberación dentro del camino del Gñana Yoga.
El Gñana Yoga se estructura en 7 partes:
Viveka: discriminación o discernimiento entre lo permanente y lo transitorio, entre lo real y lo irreal, lo eterno y lo finito, la personalidad humana y el yo supra personal. Es decir, la constante práctica de observar el mundo como lo que es, una realidad finita y cambiante que no debe confundirse, ni siquiera en su faceta más agradable, con la realidad y la felicidad trascendental.
Vairagya: renunciación de todos los objetos mundanos y celestiales. Renuncia ante los frutos de las propias acciones
Tapas: Austeridad
Mumukshutra: anhelo de emancipación. Impulso hacia la liberación. Cultiva el impulso espiritual
Sravana: escuchar la tradición sagrada y las enseñanzas del Maestro
Manana: reflexión sobre lo escuchado
Nididhyana: meditación sobre las doctrinas reveladas por el Maestro o las escrituras. Esta meditación o contemplación de la verdad conduce al estado de Superconsciencia (samadhi)
Este tipo de yoga atrae habitualmente a personalidades filosóficas e intuitivas que tienen un profundo interés por descubrir su verdadera esencia y que utilizan sus facultades mentales (la voluntad, la razón) para reflexionar sobre los distintos aspectos de la dualidad y los principios universales.
Las herramientas del Gñana yogui son la reflexión, el estudio, la auto-observación y, sobretodo, la meditación.

 Raja Yoga. El yoga mental
El Raja Yoga es el camino del control físico y mental. Es la vía de la introspección y ofrece un método para controlar los procesos de la mente y llegar a canalizar y convertir esta energía mental y física en energía espiritual.
El proceso que sigue el Raja yogui consiste en indagar en su mundo interior, explorando los diferentes niveles y procesos de la mente y de la conciencia (consciente, inconsciente, superconsciente), de menos a más profundo para llegar a comprender su esencia, su verdadera naturaleza.
El camino del Raja Yoga permite al aspirante llegar a conocer su verdadero potencial y encontrar las herramientas y los métodos para desarrollarlo.
Los Yoga-Sutras de Patanjali están considerados por algunos autores como el texto clásico que contiene la esencia del Raja Yoga, mientras que otros creen que el Raja Yoga es más amplio, e incluye además de sistemas específicos como los Yoga-Sutras, otros como el Kundalini, el Kriya, el Mantra o el Dharma Yoga.
Los Yoga-Sutras recogen el sistema de yoga propuesto por Patanjali en una serie de 196 aforismos (los sutras) estructurados en cuatro capítulos.
Capítulo I. Samadhi-Pada. Dedicado a la superconciencia. Formado por 51 aforismos (versos)
Capítulo II. Sadhana-Pada. Dedicado a la práctica. Tiene 55 aforismos.
Capítulo III. Vibhuti-Pada. Dedicado a los poderes psíquicos. 56 aforismos.
Capítulo IV. Kaivalya-Pada. Dedicado a la liberación. 34 aforismos.
Los capítulos segundo y tercero presentan la serie progresiva de pasos o disciplinas que, purificando la mente y el cuerpo, conducen al yogui a la iluminación, al estado de Yoga. Esta serie de ocho pasos constituye el Asthanga Yoga.

1. YAMA. Código de conducta social
2. NIYAMA. Observancias. Código personal
3. ASANA. Postura
4. PRANAYAMA. Control de la energía vital (prana) a través de la regulación de la respiración
5. PRATYAHARA. Aislamiento o control de los sentidos
6. DHARANA. Concentración
7. DHYANA. Meditación o contemplación
8. SAMADHI. Superconciencia. Iluminación.