JAMU

Tanto indios como chinos tenían clarísimo desde el principio que la cúrcuma iba a ser un ingrediente imprescindible en sus distinguidas boticas y sistemas de medicina natural. El destino de esta raíz pues, era salir de debajo de la tierra para ver la luz y ejercer su función curativa fuera de ella.

Prima directa del jengibre, la cúrcuma es también conocida como ladiosa dorada o azafrán de la India, siendo la antítesis de decenas de afecciones corporales: antiséptico, antitumoral, antioxidante,anticancerígeno, antiartritis, antiinflamatorio… el antibiótico de gran alcance perfecto en el que su principal principio activo, la curcumina, lo tiene todo para convertirse en un fármaco natural imprescindible y que hemos redescubierto nuevamente a nuestro paso por Indonesia bajo el nombre de Kunyit.

Tanto en Java como en Bali, la cúrcuma no se come sino que se bebe en forma de elixir naranja:
El JAMU, un zumo medicinal que limpia el cuerpo a la vez que purifica la sangre y desintoxica el hígado. Bellos por dentro, bellos por fuera. Quizás la idea de beberse un curry no es para nada apetecible pero gracias al tamarindo, la lima o el azúcar de palma, su sabor amargo-ajengibrado desaparece, transformándose en un zumo muy refrescante con pinceladas altamente exóticas. Un flechazo total a primera vista.

Desde hace más de 1.000 años las recetas familiares de este jarabe de hierbas han ido pasando de generación en generación y es desde dentro del calor del hogar donde las madres se han encargado de preparar este brebaje con mortero en mano, ensalzando el enorme poder de la naturaleza contenido en unos centenares de milímetros cúbicos.

Hoy en día se pueden encontrar vendedores ambulantes que ofrecen sus interpretaciones caseras de jamu, cosa que a los balineses les encanta y más de la mitad de la población lo toma diariamente por unas 1.000-2.000 rupias (10-20 céntimos de dólar) el vaso. Sin efectos secundarios demostrados ni peligro de sobredosis por beber más de la cuenta, esta rutina mantiene a raya a todos los males posibles.

Hay muchas hierbas, frutas y especias que pueden combinarse con la cúrcuma dependiendo del efecto que se desee, como el jengibre, el ajo, el zumo de naranja, la canela, el cardamomo, o el comino entre otras, dando lugar a montones de posibles preparaciones de este tónico. Según como brille el sol, podremos regalar a nuestro paladar un sabor más ácido, dulce o amargo con un plus de salud.


La receta perfecta de Jamu

Ingredientes (1 vaso)

100 gr. de raíz de cúrcuma fresca
100 ml. del zumo de limón
1 cucharada de endulzante sano (estevia, melaza de caña, azúcar de coco…)
1 pizca de sal
Agua

Paso a paso

Hay dos maneras de preparar este zumo:
Licuando directamente la cúrcuma con la licuadora y mezclando el resultado con el zumo de limón, el endulzante escogido y llenar de agua o…
Rallando la cúrcuma a mano, añadir un chorrito de agua y mezclar bien. Seguidamente, colar la mezcla quedándonos con el zumo y añadir el zumo de limón y el endulzante. Acabar de ajustar con más agua.

Fuente. this  http://viajerosreverdes.com