Diario en la cuarentena



Los días pasan y el tiempo parece que se detenga.
Lo que anhelabas antes, tener tiempo para ti, ahora lo tienes y el hecho de no tener que correr te detiene y no sabes que hacer.

Comienzo las mañanas temprano ya que es el regalo del día. Despertar y respirar el aire de la mañana , acompañada siempre de un té de jengibre y limón me permite enfocar el día de la mejor manera .
Es lunes o es sábado ..! Todos los días son prácticamente iguales,  y se confunden en el tiempo.

Un tiempo para meditar, otro para leer, organizar el hogar y hacer de madre de tres hijas que intentan seguir el ritmo escolar de una manera virtual y que siempre necesitan el apoyo de alguien a su alrededor.

 La siesta es reparadora breve pero diaria .  Un rato para mi igual que cuando extiendo la esterilla de yoga en algún rincón de la casa y me ausento a practicar .
Momentos únicos e indescriptibles... empiezas con unas ganas tremendas y te sitúas y al cabo de unos minutos ya estas pensando en que vas a hacer después ..! Aunque son unos minutos al día, muchas veces son varias veces al día, son momentos reparadores que iluminan tu alma y tu cuerpo manteniéndolo en forma y en buen estado para continuar con el confinamiento .

Lo llevo bien ..! Sii siempre he pedido parar el ritmo de mis días y llego de golpe ..! Un retiro en casa 
Nunca dejo de pensar en las diferentes situaciones que se están viviendo en los diferentes hogares del mundo . En las familias afectadas, en todas las almas que nos están dejando y en el personal sanitario que son nuestros héroes en este momento . Bendiciones